Amados en el Señor: 
Que el
amor de Dios y la gracia de Jesucristo, sea con cada uno de ustedes.
Por este medio deseo que ustedes me ayuden a llegar a casa. Si
usted oye que yo he cometido una ofensa contra el cuerpo de Cristo, le ruego me lo
deje saber para poder así arreglar el asunto. Si hay algo en mi ministerio que ustedes no
entiendan, por favor, pregúnteme a mí, no lo esté hablando con alguien más. El hermano
Branham dijo que todos ustedes son mis hermanos, y están obligados a ayudarme. Y yo
quiero ser ayudado para poder estar junto con ustedes en ese gran día de resurrección y
transformación de nuestros cuerpos mortales. En eso estoy confiando, al igual que todos
ustedes. ¿Me ayudará?
Su hermano en Cristo Jesús,
Engel Ariza |